martes, 8 de julio de 2008

Dafne, la virgen.

Dafne, la ninfa arcadia de los árboles, es perseguida por Apolo, incitado por el celoso Eros. Ella se resiste y huye. Desesperada, pide ayuda al dios del río Peneo, que la transforma en un laurel. La tímida Dafne, en su forma arbórea de laurel, quedará para siempre asociada al culto del dios Apolo.

Graves nos recuerda que este mito ha sido citado por los psicólogos freudianos como un símbolo del horror que una mujer joven siente por el acto sexual.



Pero añade que "Dafne era todo menos una virgen asustada. Su nombre es una contracción de Daphoene, «la sanguinaria», la diosa en estado de ánimo orgiástico, cuyas sacerdotisas, las Ménades, masticaban hojas de laurel para embriagarse y periódicamente salían corriendo en noches de luna llena asaltando a viajeros incautos y despedazando a niños o animales jóvenes; el laurel contiene cianuro de potasio. Estos colegios de Ménades fueron suprimidos por los helenos y sólo el bosquecillo de laurel testimoniaba que Daphoene había ocupado anteriormente los templos."

No hay comentarios: